rígida por fuera, tierna por dentro

un futuro colega me pregunto que hace mucho no veía me preguntó: " uma, ya tenes novio?"

yo felizmente respondí que no, incluso hasta respondió con un "mejor sola que mal acompañada".

Lo más triste es que creo saber con quien me gustaria tener algo serio, donde me gustaría estar, y qué cosas haría... pero prefiero no pensar en eso.

Acuso no tener tiempo para un "novio" que ya bastante tengo que dividir mi tiempo entre facultad, amigos de varios grupos, dos trabajos, familia, etc... ¿no da agregar otra cosa no?

me quiero convencer que estoy bien sola, pero algo adentro me dice que el tiempo pasa de una u otra forma, que siempre se puede encontrar un nuevo equilibrio.

Estoy en una (muy) buena etapa de mi vida, con percances menores... porqué se me ocurre pensar esto ahora? ¿será que la soledad me viene dando vueltas por el cerebro hace rato y no la quería escuchar? bueno, no sé.... pero acá esta. Casi tan inconsciente, como la compra de una novela romántica que salio $5, pero que la estoy leyendo y me retumba y me retumba, pero por lo menos comienzo a aceptarlo y a hablar de ello. Ya lo confesé ante Emma y ante mi misma... sólo me faltaba comunicárselos.

cambio y fuera.-

sin apuros

Camino lentamente, pensando, dsifrutando del sol. Me oculto tras mis lentes oscuros, tras mi cara de póker para que no sepan ver mis verdaderos pensamientos.

Soy amiga de la tecnología aunque muchas veces me da ganas de no haberla conocido jamás. Me molesta la moda del tren y del colectivo que se impuso entre los "cacos": si a vos te gusta escuchar cumbia a las 6.38 am, ok, genial... pero hacelo con auriculares, no me obligues a escuchar tu música.... hace como el amigable metalero que esta al lado mio.

Mis días empiezan casi todos igual, pero no apuro su final. Simplemente voy frenando mi ritmo para oxigenarme y disfrutar, "tal vez sea el último día en este hermoso planeta". Si hay sol y esta lindo, saco mis apuntes al jardín y estudio ahi hasta que no haya más luz natural, aunque prefiera el invierno mi veces.

A esta altura del año mi mente empieza a estar remolona. Me quedo dormida en el subte y en el tren. Soy de esas que se para recién cuando las puertas se están abriendo: no quiero estar parada demás. Mi energía es más preciada que medio kilo de oro.

Mi mamá no entiende que ya pasó la época de comer guisos y cosas pesadas. Ayer cuando vi guiso de lentejas en mi plato, refunfuñé: "mamáaaaa hace calor para comer esto", pero la comida no se desprecia, dejé que se enfrié y me lo comí. Después de todo, los mineros en sus primeros 17 días sobrevivieron con media latita de atún y media taza de leche cada 48 hs.

Hablando de los mineros... creo que TN debería pagarme por haberme clavo TODO el día"mirando" su transmisión... estaba de fondo mientras estudiaba adentro, asique vi como salieron 20 mineros mas o menos y los 6 rescatitastas.

Soy una contradicción con patas, que anda suelta por esta gran ciudad.

Suelo decir que amo caminar bajo la lluvia, pero debo admitir que también amo hacerlo bajo el sol. Si me preguntas qué es lo que más me gusta comer, te digo que lo dulce, aunque si lo pienso dos segundo más te digo que lo salado me puede. Me fascinan las dos cosas que estudio con objetivos profesionales y sin embargo no tienen NADA que ver.

Hoy cuando salí de la facu, me senté en el andén, al sol. Cruce mis piernas, abrí mi mochila y saque mi libro. Me senté a leer. Se me había ido un tren, así que tenia mas o menos unos 10 minutos para leer. Me hubiese encantado dormir en el tren hasta legar a destino, pero preferí leer: me sentí observada. Una señora, que a juzgar por su aspecto (como la mayoría en ese vagón) era humilde, me miró intrigada, le eché una miradita sin que se de cuenta mientras "leia". Entonces todo tipo de cosas se me vinieron a la mente, las cosas que podría estar pensando... me sentí un poco mal por lo que pensé (no porque fuese bardero, si no que me bajoneo). Metí el libro en mi mochila, cerré mis ojos y apunté mi cabeza hacia el sol. No me dormiría.

Le tengo miedo a la soledad, mucho. Pero sin embargo muchas veces la necesito, para acomodar mis ideas y para hacer mis catarsis. Necesito mirar fotos en soledad, para decirme: " mirá que buenos tiempo, pensábamos que todo era perfecto, que estaríamos los 30 juntos por siempre"... pero lo importante es que a esas personas que sigo viendo, son las que quiero tener de por vida.

Sentarme a escribir acá también es solitario. Pero en realidad somos dos. Yo, (Uma) y Ella. No no estoy loca, solo intento representar mis contradicciones.