Camino lentamente, pensando, dsifrutando del sol. Me oculto tras mis lentes oscuros, tras mi cara de póker para que no sepan ver mis verdaderos pensamientos.
Soy amiga de la tecnología aunque muchas veces me da ganas de no haberla conocido jamás. Me molesta la moda del tren y del colectivo que se impuso entre los "cacos": si a vos te gusta escuchar cumbia a las 6.38 am, ok, genial... pero hacelo con auriculares, no me obligues a escuchar tu música.... hace como el amigable metalero que esta al lado mio.
Mis días empiezan casi todos igual, pero no apuro su final. Simplemente voy frenando mi ritmo para oxigenarme y disfrutar, "tal vez sea el último día en este hermoso planeta". Si hay sol y esta lindo, saco mis apuntes al jardín y estudio ahi hasta que no haya más luz natural, aunque prefiera el invierno mi veces.
A esta altura del año mi mente empieza a estar remolona. Me quedo dormida en el subte y en el tren. Soy de esas que se para recién cuando las puertas se están abriendo: no quiero estar parada demás. Mi energía es más preciada que medio kilo de oro.
Mi mamá no entiende que ya pasó la época de comer guisos y cosas pesadas. Ayer cuando vi guiso de lentejas en mi plato, refunfuñé: "mamáaaaa hace calor para comer esto", pero la comida no se desprecia, dejé que se enfrié y me lo comí. Después de todo, los mineros en sus primeros 17 días sobrevivieron con media latita de atún y media taza de leche cada 48 hs.
Hablando de los mineros... creo que TN debería pagarme por haberme clavo TODO el día"mirando" su transmisión... estaba de fondo mientras estudiaba adentro, asique vi como salieron 20 mineros mas o menos y los 6 rescatitastas.
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