A veces la gente me hace pensar que no vale luchar contra lo que sé que no tiene solución. Es sólo que a veces me canso de pensar que puedo salvar al mundo, o al menos al pequeño mundo que me rodea, mi mundo...Pensé que tenía el poder de lograr al menos un mínimo cambio, aunque sea el más chiquito, generar un leve interés para los demás. La bronca, dolor, angustia que me da saber que me equivoco una y otra y otra y otra vez.
De todos modos sé que nunca voy a dejar de creer que soy la mujer maravilla, y que puedo salvar lo perdido y que puedo reconstruir todo lo derrivado, despúes de todo, no dejo de ser una mujer obstinada, utopista, un tanto ingenua.
¿Pero sabés que es lo peor? que siempre termino pidiendo perdón, aunque no me corresponda, porque siento que herí a la persona en vez de ayudarla, tengo que aprender a esperar que el perdón venga de donde tiene que venir. Pero como soy la mujer maravilla, no puedo NO hacerlo...
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