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sábado, 9 de mayo de 2009

¿solo o acompañado?

¿Cuántas veces estamos rodeados de gente pero nos sentimos solos? ¿Cuántas otras estamos solos y nos sentimos más acompañados que nunca?

Me gusta estar en mi habitación, tirada en la cama con un libro en mano y dejar que mi mente solucione sus problemas. Reconozco que a veces lidiar con la soledad no es fácil, todos necesitamos del contacto humano...
Cuando salgo a caminar y miro, pensativa, a las personas que pasan a mi lado, siento que de alguna manera me acompañan, sobre todo aquellas que también me miran detenidamente (muchas veces me "divierte" pensar que entablamos un conversación que sólo yo y esa persona podemos escuchar... es idiota lo sé, pero me pasa). Soy de aquellas que les gusta caminar despacio y pensar en todas esas cosas que tiene para contar, mirar detenidamente cada detalle de lo que me rodea y sacar fotos con mi mente/ojos a esas imágenes que quiero guardar (con respecto a esto me pasa algo loco... saco esa "foto" y despúes cuando quiero recurrir a esos momentos mis ojos se cierran y los proyectan).

Cuando estoy inmersa en la masa que camina por Capital Federal, me siento una hormiga más... NO me gusta caminar por Capital, lo odio! Sólo porque tengo que seguir el ritmo que me impone la masa y no puedo observar como me gusta.

Conclución: ni estar todos los días solos, ni tampoco estar todos los días DEMASIADO acompañado. Hay que tener un justo equilibrio entre lo público y lo privado.

2 comentarios:

  1. Yo soy fanático de mi soledad; por eso, estar de novio 2bien" se complica muchas veces.

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  2. Cuando salgo a caminar y miro, en apariencia distraído pero atendiendo al "qué pasa" con las personas que pasan a mi lado, siento que todos estamos solos. Lo veo en cómo nos dejamos meter el dedo en el culo permitiendo que los políticos presenten listas de candidatos en las que descaradamente dicen que si ganan no van a gobernar, lo veo cuando ven que estan robando a alguien y no hacen nada, lo veo cuando por una camiseta de fútbol dos hinchadas se desfiguran la cara, solo por un color.
    Estamos solos, y fragmentados.
    La gente está triste. Yo estoy triste. Me pongo a estuchar mi música para aislarme del aire triste del vagón del tren, o del subte. Y no soy el único.
    Fotografío con mis párpados lo que veo. Algunas cosas me entristecen, como dije, pero otras me dan gracia, son un chiste negro, un "reír para no llorar". Un testimonio de la fragmentación social que hay. Veo cómo esa chica abraza a su novio cálidamente, pero mientras mira sobre su hombro a otro hombre con deseo. Capaz que me mira a mí, y eso me da asco. ¿Cómo podemos estar acompañados, si la fidelidad y la confianza estan desvirtuadas? ¿Si la palabra "amigo" se usa para pedir una moneda, o para agregar a un equis en tu cuenta de féisbuc, y no sabes quien carajo es?

    Le tengo rechazo al amoldamiento. Por eso camino por Capital Federal, y me gusta sentirme que los observo desde otro punto. Que estoy solo, y me noto cada vez más y más solo, pero otra no queda. No es que me guste, eh. Me encantaría creer que la amistad es para siempre, el amor es recíproco y Papá Noel existe y vive en el polo norte. Pero bue...

    Justo se te dió por escribir sobre la soledad, en un día en el que esa palabra hace eco, y seguirá haciendolo durante días.



    Ahora, pregunta para Uma: ¿no te sentis sola? El hecho de que una identidad ficticia enmascare el verdadero rostro/manos, ¿no lo deja en un pedestal muy solitario? Y si en realidad Uma fuera liberación, ¿no sería el verdadero rostro/manos aquel que está solitario, y encuentra el escape en su doble, que sabe escribir MUY bien?
    Pensalo. Y tratá de responderme (Uma, o la otra)

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