Este fin de semana fue un fin de semana de reencuentros.
El primero fue con mis compañeros de mi dulce primaria.
El segundo con la casa de mis abuelos, por lo tanto con otra parte MÁS que importante de mi infancia, osea, un reencuentro conmigo misma.
Hace años que quería ir a ver la casa, pero papá siempre me dijo que era mejor quedarse con los buenos recuerdos. Debo reconocer que HOY, mi visita fue casi accidental.
Entramos: mis papás, mi tia, mi primo, y yo. El panorama era un tanto desolador.
La pared que alguna vez estaba llena de cuadros, platitos decorativos y demás cosas, ya estaba vacía. Los mueblos del comedor, también lo estaban.
Entré rápido a las habitaciones, también vacias.
Entre a la cocina, no estaba "tan" vacía. Abrimos alacenas, casi llenas (el vaso siempre puede estar medio lleno, no?)
El jardín...¿que decir? fue donde me pasaron las cosas más "locas" en esos cortitos 10 minutos. Obviamente que fue ahi donde noté el cambio más radical, debe ser mis abuelos cuidaban de él como oro, cosa que mi viejo heredó... el pasto, no tan crecido, porque lo cortan cada tanto, pero los árboles secos, los arbustos sin podar...
Al fondo hay como un armario de chapa azul, es entonces cuando lo veo y le digo a mi primo:
-che, ahi siempre habia una soda. Seguro ya no esta.
-No se, abrí y fijate.
-Nooooooo mira sigue estando. ¡Y ESTA LLENA!
-seguro ya no tiene gas ni presión-
(bajo el "botón")
-NOOOOOOOOOOOOOOOOO SALEEEE
A lo de la soda recién le adjudiqué un sentido especial, medio loco, pero especial para mi. Despues de tantos años de estar ahi, desde el 2005 seguro, esa soda todavía tenía presíon, todavía podia dar de beber (no se si era potable, pero en la teoría si lo podia hacer).
Mi amor por mis abuelos, mis recuerdos con ellos, mis recuerdos en aquella hoy desolada y triste casa, siguen TAN fuertes o quizá más que ese chorro de soda. Ok, si es una comparación estupida, pero de hoy en más vere los envases de soda de otra manera, porque a partir de HOY, significan algo más para mi, que un simple contenedor de una bebida.
p.d: en la próxima entrega, se enterarán porque la entrada se llama "febrero 2002"
Uma Foam sigue creando intriga. Ahora, con los títulos de sus textos...
ResponderEliminarAparte, una soda ya no es tan común. A mí me remiten a tiempos pasados, en que existía el sodero, el afilador, y esos oficios que ahora son, al menos en la urbe, complicadísimos de volver a ver.
Y recordá, que un plato de peras puede ser el alma de una casa.
Un sifón, tambien.